Emprendimiento cultural. Una mirada desde la lente fotográfica.

Emprendimiento cultural. Una mirada desde la lente fotográfica.

En esta ocasión en las entrevistas emprendedoras nos sentamos a conversar con el Lic. Andrés Waldo Espinoza, quien recientemente publicó su libro titulado “Francisco Galván Viajero de la lente, 1918-1963”.

Luis Carlos López: Andrés, gracias por aceptar esta entrevista. Comencemos por lo más básico, platícanos un poco acerca de ti.

AWE: Gracias, claro, mi nombre es Andrés Waldo Espinoza, soy historiador por la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California. Desde que egresé de la carrera me he enfocado en el ámbito cultural. Primero en los inicios del archivo histórico del Centro Cultural Tijuana, a raíz de la promulgación de la ley de transparencia. De ahí me fui al Instituto Municipal de Arte y Cultura, donde estuve hasta el año 2019, en el área del Archivo histórico y el Museo de historia de Tijuana, particularmente en difusión y divulgación.

Posteriormente, a partir del 2018 retomé un proyecto que tenía avanzado en pláticas e ideas, el cual consistía en el rescate de un archivo fotográfico de familia, que contiene piezas fotográficas con 100 años de historia visual. Es un archivo fotográfico familiar que me permitió en una primera fase participar en la convocatoria de PECDA Baja California a fin de rescatar el archivo, digitalizarlo, hacer los resguardos especializados, catalogación, etc.

En marzo de 2019 terminé el proyecto en su primera fase y pude sacar algunos productos culturales como el libro que comentamos titulado “Francisco Galván Viajero de la lente, 1918-1963”, el catálogo fotográfico, un videodocumental, así como la divulgación del archivo fotográfico. Me he estado dedicando muy a fondo a la preservación de archivos fotográficos de familias como parte del patrimonio cultural de la región. Y ahí encuentro que es vital el emprendimiento cultural. A finales de mayo de 2021 ya estaba impreso el libro

Una parte importante para lograr todo esto fue pensar en los productos culturales que nos permitieran dar a conocer el archivo fotográfico Celia Galván Ramírez, quién es hija de Francisco Galván. Mencionaba hace un momento la convocatoria del PECDA, y buscamos luego una convocatoria del FONCA, la cual se enoja en el fomento a proyectos y conversiones culturales, hay dos categorías, en la categoría A es una institución la que te financia el 50% y el FONCA pone el resto, y en la categoría B es el FONCA el que te da todo el recurso. Me pedían un proyecto, justificarlo, indicar porqué es importante para la sociedad y para el patrimonio cultural, había distintas categorías de participación, tuve que tocar la puerta de otras instituciones porque el FONCA me pedía que solicitara cartas de respaldo de instituciones que me apoyaran para la divulgación del resultado. Toqué puertas en el Cecut, en Colef, en el archivo histórico de Tijuana, en Rosarito, en Ensenada y la carta de la institución que respaldara la publicación, y ahí me apoyó el Instituto de Investigaciones Culturales de la UABC y el Centro fotográfico Manuel Alvarez Bravo que está en Oaxaca. Me hicieron llegar las cartas y se cerró la convocatoria en noviembre de 2019 y los resultados salieron en mayo del 2020.

Todo fue un proceso, definir qué se quería lograr, el tiraje del libro, ver con los proveedores quien te va a diseñar el libro. Todo septiembre y diciembre del 2020 se realizó el diseño gráfico, corrección de estilo y por el confinamiento los procesos fueron más largos y lentos. Se imprimieron 2,500 ejemplares y la idea es que como parte de darle salida a este producto cultural es donar ejemplares a las bibliotecas de todo el estado, haré un recorrido a diversos sitios estatales para entregarlos. También está la posibilidad de que a quien le interesa pueda adquirir un ejemplar. La idea es que sirva como un preámbulo para que la comunidad vea que las historias familiares son tan importantes como cualquier historia de Tijuana o de Baja California. La idea es que sea un incentivo, un aliciente para que se vayan visualizando los archivos de familia.

LCL: ¿Por qué consideras esta historia y este archivo importantes?

AWE: Cuando trabajaba en el archivo histórico en 2008 ahí conocí a la señora Celia Galván y llevó sus fotos para ver si tenían una importancia histórica o cultural, y me presentaron a doña Celia y pues hicimos este click, tú sabes cuando se da la conexión, con ella empezamos a trabarlo, se hizo la exposición en el archivo histórico en 2008 y posteriormente fui directamente contactándola, conversando con ella y fui ganándome sus confianza y fui a visitarla a su casa, hasta poder conocer todo el universo de fotografías. Y lo considero importante porque todas sus fotografías son hechas por alguien que conoce el encuadre, son fotografías que se ven profesionales.

Ver a la historia de la ciudad narrada en fotografía desde un archivo familiar que en ese momento concebía como un archivo familiar, pero cuando comencé a ver las imágenes y me di cuenta que retrataban a Tijuana de forma distinta a la Tijuana turística. Entonces entendí que debía conocer el archivo a fondo, conocer más la historia de la familia, porque en la exposición se habló sobre los Galván, pero yo ocupaba saber más allá, por eso en 2015 hice un pequeño documental, un cortometraje, y entrevistamos a doña Celia y a algunos de sus familiares, para conocerlos a fondo, digamos desde la historia intíma de la familia.

LCLU: ¿Es un archivo fotográfico de un fotógrafo profesional? ¿eso le da otro carácter?

Es un fotógrafo aficionado, eso fue lo que me interesó. después de hacer una revisión de las fotos del archivo histórico de Tijuana la gran mayoría son de fotógrafos profesionales y voltear a ver un archivo familiar te da otro ángulo, porque hay fotos de espacios públicos, calles, edificios, que tienen muchos significado para la historia local, además de las fotos de la familia en su vida cotidiana. Por ejemplo, las pruebas de avión en Agua Caliente. Lo relevantes es que no es el archivo de un cronista visual. Como es un archivo familiar y cuando las familias empiezan a salir del núcleo o de la casa, entonces lo que tiene Celia del archivo de su papá tiene 900 piezas en negativos, impresiones y reimpresiones de esas mismas fotografías. La gran mayoría a blanco y negro. Pero me ha comentando que algunos miembros de su familia también tienen parte de estas fotografías.

A parte, está el trabajo fotográfico de la propia Celia, y ella también empieza a hacer registro fotográfico, es la segunda parte que vamos a empezar a trabajar, es fotografía más contemporánea.

En todo este trayecto trabajando con archivos fotográficos en la formación universitaria no nos enseñan como cuidar fotografías, y eso ha sido para mi fundamental aprenderlo en mi trayectoria profesional, y ello implica que todas las profesiones tienen que ampliar sus habilidades, entre ellas hacer emprendimiento, en este caso emprendimiento cultural. En todo este tiempo he estado tomando talleres de preservación de archivos familiares y fotográficos, a fin de trabajar de manera más profesional.

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