EDITORIAL. Una nueva etapa de reconciliación

Una vez que ha pasado la elección del 6 de junio y que la autoridad electoral ha entregado constancias de mayoría a los candidatos electos en las urnas, es tiempo ahora de que comiencen a planear y diseñar las directrices de las siguientes administraciones.

Muchos son los retos que tiene Baja California para el mediano y largo plazo. Por supuesto, no podemos pasar por alto que por primera vez tendremos una gobernadora y una alcaldesa electas en las urnas. La expectativa respecto de sus administraciones es muy alta, pues la entidad presenta rezago en muchos aspectos, particularmente en el tema de desarrollo económico y bienestar social.

Sin embargo, podemos considerar que la ruta más óptima para iniciar sus respectivas administraciones en el estado y en el Ayuntamiento de Tijuana, debe ser la conciliación. Tanto la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila Olmeda, así como la alcaldesa electa por Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, tendrán tareas muy importantes por atender y el tiempo y los recursos con los que contarán son limitados. Es por ello que sería muy oportuno escuchar de ellas un llamado a la reconciliación y al entendimiento mediante un diálogo abierto y franco.

Ojalá exista la madurez y prudencia suficientes para que con las nuevas administraciones que están por iniciar sea también una etapa política de entendimiento, y que la relación entre la sociedad y el gobierno sea duradera y productiva. Baja California y Tijuana, en particular, lo necesitan.