Los hábitos inteligentes

Continuamos retomando las recomendaciones de Isaac Robledo y su libro Guía de Hábitos Inteligentes. 36 pequeños cambios de vida que su cerebro agradecerá. Vamos directo al siguiente bloque:

#1 Utilizar juegos que involucren pensamiento crítico, planificación y cálculo.
Este tipo de juegos son muy útiles para retar a la mente. Siempre escuchamos la expresión de que “el cerebro es un músculo”, bien pues los músculos si no se ejercitan se vuelven flojos. No permita que su cerebro se duerma, manténlo activo. Hay varias opciones para ello, por ejemplo jugar ajedrez, sudoku o hacer crucigramas.

#2 Utilizar programas de entrenamiento mental
En la actualidad hay herramientas que apoyan el entrenamiento mental, con la intención de desarrollar y desafiar su mente. Este tipo de programas por lo general proporcionan estimulación de distintas maneras, por ejemplo haciendo problemas de matemáticas, rotación de imágenes, memorizando objetos, entre otros.

#3 Cambiar sus rutinas
Nada ayuda a dormir el cerebro más que la rutina. ¿Quieres que tu cerebro pierda agilidad y se vuelva perezoso? la receta es muy sencilla, todos los días haz exactamente lo mismo, no le cambies nada. Con el paso de los días te darás cuenta que comenzarás a hacer todo en “automático”. ¿Cómo evitarlo? en la ruta al trabajo busca un camino diferente, utiliza tu mano no dominante para hacer algunas tareas, ve a la biblioteca y selecciona un tema que comúnmente no te interesa.

#4 Practicar la observación de detalles en su entorno
Las personas inteligentes son aquellas que están atentas a los detalles. Generalmente, observan con detenimiento todo su entorno. Sin embargo, aunque parezca una habilidad sencilla, lo cierto es que poner atención en la textura de una tela, en el color de una pared, o el humor de alguno de tus familiares durante el día. Haz la prueba y comienza a observar con más paciencia tu entorno.

#5 Realizar experimentos mentales
Esto consiste en querer probar una hipótesis que tengas respecto de un tema determinado. Quizá pueda ser poco práctico comprobar algo del mundo real, en estos casos hacer un experimento mental puede ser muy útil además de que permite desafiar las creencias convencionales, para la solución de problemas, y para emitir algunas predicciones con respecto a áreas que son difíciles de probar.

¿Cuál te gusta para aplicar?

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